Enseñar a leer a niños con autismo

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Enseñar a leer a una persona neurodivergente no siempre es fácil, pero con compromiso, trabajo constante y las herramientas adecuadas es posible.

Hasta hace muy poco se creía que la persona con discapacidad autista no tenía que leer. Aún hoy, incluso los profesionales se preguntan si los niños autistas pueden leer. Y la respuesta, en muchos casos, es “sí y, además, leer les ayuda”. Por lo que es importante buscar actividades y estrategias para enseñar a leer a niños con autismo.

“Los niños autistas pueden aprender a leer y además leer les ayuda”

¿Qué es el autismo?

La Confederación Autismo España define, en su web, el autismo o TEA (trastorno del espectro del autismo) como un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. Acompaña a la persona a lo largo de su vida, y dificulta y perjudica, fundamentalmente, a dos áreas del funcionamiento personal: la comunicación e interacción social, y la flexibilidad del comportamiento y del pensamiento.

No hay una respuesta clara para definir cuáles son las causas o el origen del autismo, ya que, hasta el momento, no se ha descubierto un único gen directamente vinculado con él, sino que es el resultado de múltiples mutaciones en interacción con el ambiente. De hecho, la ciencia estipula que hay más de cien posibles genes distintos que pueden estar implicados en el TEA, y los factores ambientales (como ciertas características de los progenitores o eventos perinatales) contribuyen en buena medida al desarrollo y evolución de la condición autista.

El autismo se define como una discapacidad invisible, ya que no lleva asociado ningún rasgo físico y diferenciador. Se manifiesta, únicamente, a nivel de las competencias cognitivas de la persona y de su comportamiento. Y, destaca el hecho de que no hay dos personas con TEA iguales. A pesar de que comparten un mismo diagnóstico, cada una de ellas tiene sus propios intereses, capacidades y necesidades.

Es por ello que es importante atender las necesidades de las personas autistas de manera individual, desarrollando estrategias y actividades adecuadas para cada persona, ya sean adultos o niños con autismo. También en el campo de la educación, hay que ser muy cuidadoso en cómo enseñar a un niño con autismo para no privarlo de su derecho al aprendizaje, que, a pesar de las dificultades iniciales, puede abrirle todo un mundo de posibilidades. Porque, aunque, a veces, el autismo puede ir asociado a otras condiciones como la discapacidad intelectual, trastornos del lenguaje o problemas de salud mental, no siempre es así y es importante disponer de metodologías y estrategias para enseñar a niños autistas.

En el caso de la lectura, a pesar de que todavía hoy se piensa que los niños autistas no pueden leer, esta creencia no es cierta. No solo sí que pueden aprender a leer, sino que deben hacerlo, ya que leer les ayuda en su día a día. Así pues, es importante buscar estrategias para enseñar a leer a un niño con autismo, así como realizar juegos y actividades adecuadas para ellos. Recientemente, Glifing ha puesto el foco en enseñar a leer a niños con autismo, así como a adultos que hasta el momento han estado privados del aprendizaje de la lectura.

Enseñar a leer a una niña con autismo

Hay que tener en cuenta que el trastorno del espectro del autismo acompaña a la persona durante toda su vida, aunque sus manifestaciones pueden variar en función de la etapa vital, de las experiencias y de los apoyos con los que cuentan. La familia es el principal apoyo de la persona con autismo, ya que este impacta no solo en quien la padece, sino en todas las personas cercanas. Contar con el apoyo de las familias es vital para estas personas, para su día a día, para su desarrollo y evolución. Y que las familias encuentren, a su vez, soporte de la sociedad y recursos para mejorar la calidad de vida de todos ellos, es cada vez más prioritario.

 

Caso práctico: Pablo, de 8 años

Lo que para muchos niños es un proceso gradual y fluido, para Pablo no lo fue. Pablo es un niño de 8 años que fue diagnosticado de Autismo en el Centro de Atención Neuropsicológica Cognity, en Honduras.

Después de diversas terapias, su madre, siendo consciente de los logros alcanzados, se propuso uno más ambicioso: enseñar a Pablo a leer. Comenzó con un método tradicional, junto con la escuela a la que asiste. Y, en este proceso, le hablamos acerca de Glifing. No sabíamos cómo respondería, pero decidimos intentarlo.

Como primer paso, le realizamos la evaluación que propone Glifing por medio de la plataforma. He de destacar que fue bastante fácil, a pesar de las dificultades atencionales que Pablo presenta, dado que es una evaluación que toma muy poco tiempo y los estímulos son cambiantes y esto era algo que llamaba su atención. Esta evaluación, a pesar de ser corta y rápida, nos da mucha información del punto de partida a nivel de lectura del niño.

Comenzamos a realizar las sesiones de entrenamiento en la clínica con el fin de que Pablo se adaptara a la metodología y su madre aprendiera a manejar correctamente la plataforma. Realizamos sesiones como: Atentos, Suenan igual y Memoria infantil con el objetivo de trabajar las funciones ejecutivas y el vocabulario. Pudimos notar cómo comenzaba a mejorar su atención, la memoria a corto plazo, el vocabulario y la flexibilidad cognitiva.

Luego continuamos con el entrenamiento, desde casa, con sesiones diarias y, una vez cada 15 días, en el centro. Dado que la familia vive fuera de la ciudad, esta metodología nos facilitó el entrenamiento. Comenzamos a trabajar con la conversión grafema-fonema a nivel de repaso y luego, rápidamente, pasamos a la decodificación de sílabas y, después, de palabras. Y seguimos trabajando en mejorar la fluidez y la comprensión, lo que es el mayor reto para Pablo.

 

¿Por qué decidimos utilizar Glifing?

Porque es una metodología estructurada y sistemática. Porque, por medio del método tradicional, Pablo se aburría y dejaba de prestar atención rápidamente. Así, que teníamos que intentar otras maneras de enseñarle a leer. Glifing es divertido para él porque lo ve como un juego.

¿Qué recomendaciones deberíamos tener en cuenta en el momento de enseñar a leer a un niño con autismo?

  1. Conocer las habilidades del niño, así como sus preferencias e intereses.
  2. Priorizar la lectura de temas de su interés para aumentar la motivación.
  3. Tener en cuenta el tiempo en el que puede mantenerse enfocado en una actividad para no exigir más de lo que es capaz de hacer y así evitar frustraciones.
  4. Escoger material con apoyo visual para facilitar la comprensión lectora.

Testimonio de la madre:

“Actualmente, llevamos 8 meses utilizando la plataforma Glifing y hemos obtenido resultados increíbles.
Pablo ha aumentado su vocabulario, precisión lectora, velocidad y, lo más importante, tiene una imagen visual de lo que lee.
Glifing, Cognity y nuestro compromiso sí funcionan.
Lo que necesitamos es perseverancia y compromiso.”

 

María Galo
Fonoaudióloga del Centro de Atención Neuropsicológica Cognity

 

 

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Resumen de este post

En Glifing hemos desarrollado un método genial que nos permite entrenar las habilidades lectoras a través del juego.
Glifing está indicado para cualquier edad, desde los primeros años de acceso a la lectura hasta la edad adulta.
Nuestro objetivo es que leer sea divertido y así acercarte al éxito académico y personal que todos merecemos.

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