Ejercicios sobre la comprensión lectora

Todos sabemos que la comprensión lectora es una habilidad fundamental en la educación y en la vida cotidiana. Cuando hablamos de comprensión lectora, nos referimos a la capacidad de entender, interpretar y evaluar un texto de manera crítica y reflexiva.
Más que simplemente decodificar palabras, que es la primera parte del proceso lector y del que hemos ya hablado extensamente en este blog

la comprensión lectora implica la capacidad de extraer significado, analizar ideas, inferir información implícita y relacionar el contenido con el conocimiento previo y la experiencia personal.

Es un proceso activo que implica una combinación de habilidades cognitivas y metacognitivas.

 

Libro “Neurociencia de la lectura”

Como explico en el libro García, M. (2023). Neurociencia de la lectura. Barcelona, Ed. Horsori (página 113), conseguir un buen grado de comprensión de lo que se lee no es tarea fácil, y esto sucede porque, a la hora de comprender, hay muchos factores en juego, muchos factores que dependen del individuo que se enfrenta al texto, pero también del momento en que se lee, y otros que dependen del propio texto. Y cada uno de estos tres factores engloba muchos otros aspectos implicados.

 

Comprensión lectora

En la actualidad, existe una creciente preocupación por la falta de comprensión lectora entre los estudiantes. Esta preocupación se deriva de varios factores interrelacionados que afectan la forma en que los alumnos interactúan con los textos y procesan la información escrita.
Uno de los principales factores que contribuyen a la falta de comprensión lectora es la sobreexposición a medios digitales y tecnología, que aparecen como competidores de la atención de los alumnos, que dedican mucho menos tiempo a la práctica de la lectura. En la era de la información, los estudiantes pasan cada vez más tiempo frente a pantallas, consumiendo contenido en línea que a menudo se presenta de manera fragmentada, rápida y superficial. Esta exposición excesiva a formatos de entretenimiento digital puede afectar negativamente la capacidad de concentración, la atención sostenida y la profundidad de la comprensión.
La falta de hábitos de lectura sólidos puede llevar a una disminución en la capacidad de comprender y analizar textos de manera crítica.
Todo ello ocasiona una falta de práctica en la lectura profunda y reflexiva que, si queremos recuperar un buen nivel de comprensión lectora, debemos combatir en el mismo campo de batalla: el mundo digital.

La preocupación por la falta de comprensión lectora se ve agravada por las implicaciones que tiene para el éxito académico y profesional de los estudiantes. La capacidad de comprender y analizar textos escritos es fundamental en todas las áreas del currículo escolar, desde las asignaturas de ciencias y matemáticas hasta las humanidades y las artes. Además, en el mundo laboral actual, se valora cada vez más a los individuos que pueden leer críticamente, sintetizar información y comunicarse de manera efectiva a través de la escritura.

 

Ejercicios de Comprensión Lectora

Glifing ofrece una serie de sesiones de lectura que desglosan las diferentes estrategias de lectura para que el alumno aprenda a aplicarlas. Las estrategias de lectura, según Isabel Solé (Solé, I. (2000). Estrategias de lectura. Ed. Graó.) se refieren a los procedimientos o acciones que los lectores utilizan de manera intencional y flexible para comprender un texto. Estas estrategias son activas y conscientes, y se aplican antes, durante y después de la lectura con el objetivo de facilitar la comprensión del contenido. Algunas de estas estrategias incluyen la activación de conocimientos previos, la formulación de preguntas, la identificación de la idea principal, la inferencia de significados a partir del contexto y la elaboración de resúmenes. El uso adecuado de estas estrategias ayuda a los lectores a enfrentar textos complejos, a resolver dificultades y a construir un significado más profundo a partir de la lectura.
Algunos planteamientos que se pueden aplicar antes de la lectura para activar las primeras estrategias de compresión apelan a la motivación, los objetivos de lectura y la activación del conocimiento previo:

1. «¡Vamos a leer!» Motivación para la lectura.
2. «¿Para qué vamos a leer?» Los objetivos de la lectura.
3. Activar el conocimiento previo. «¿Qué sabemos acerca del texto?»
4. Establecer predicciones sobre el texto. «¿Qué podemos anticipar sobre este texto?»
5. Promover preguntas de los alumnos acerca del texto.

 

Durante la lectura

Se trata de aplicar estrategias metacognitivas, es decir, estrategias que lleven al lector a ver si está comprendiendo y si, a partir de su comprensión, puede efectuar inferencias y predicciones sobre el texto leído.

1. Análisis del posible vocabulario que no conozcamos.
2. Comprensión de las posibles metáforas.
3. Lectura compartida: compartir lo comprendido, predecir, aclarar, resumir, buscar las ideas claves.
4. «No lo entiendo. ¿Ahora qué hago?» Buscar los errores y lagunas de comprensión.

Después de la lectura

Se trata de recapitular el contenido, resumirlo a través de las ideas clave, o extenderlo con información adicional.

1. La idea principal.
2. El resumen.
3. Formular y responder preguntas: no siempre, y no solo, sirven para evaluar.

Si recuperamos el primer punto, antes de la lectura, vemos que todo proceso de aprendizaje debe empezar por apelar a la motivación del estudiante. Por lo que será crucial tener en cuenta estos puntos:

 

EXPLICITAR LOS OBJETIVOS

Conocer los objetivos y saber qué se espera de mí. Promover e incentivar la autonomía y la proactividad hace que el trabajo se sienta como propio y da sentido a aquello que hacemos.

 

OBJETIVOS SEGMENTADOS Y REALISTAS

Es necesario plantear el camino a seguir. Visualizar el punto de partida y el de destino. Es más fácil tirar la toalla por el esfuerzo si el destino está demasiado lejos y no lo vemos como una posibilidad real. Para que esto no ocurra, es necesario segmentar el camino en diferentes objetivos cercanos, asequibles y acumulables, de modo que cada paso es una aproximación. Recordad el dicho budista que nos recuerda que el camino y el destino son lo mismo. Segmentar el ca-mino es una forma de llevarlo a la práctica.

 

ACEPTAR LOS ERRORES COMO PARTE DEL PROCESO

Cada paso es un reto, y cada reto se puede repetir tantas veces como sea necesario para superarlo. Aquí hay que recuperar la teoría del Not yet como filosofía de aprendizaje.
Otro punto importante de la motivación tiene que ver con el uso de las herramientas digitales. Recordemos que hoy en día las enseñanzas básicas, como lo es la lectura, tienen que competir con el resto de las posibilidades que ofrece el entorno visual. Así que entrenar la lectura con programas digitales, aparte de que nos permite la personalización del camino de aprendizaje, nos facilita la consecución de nuestros objetivos, que los niños y niñas practiquen la lectura.

Por otro lado, y acerca de los apartados sobre el durante y después de la lectura respectivamente, en Glifing nos gusta mucho presentar un texto y descomponer las estrategias que plantea Isabel Solé con un sistema de preguntas que, como ella misma indica en su libro:

no siempre, y no solo, sirven para evaluar

Así, las preguntas que realiza Glifing no son para evaluar el conocimiento extraído del texto, sino para poner el foco en las preguntas que el lector experimentado se hace y se responde a medida que va leyendo, con el fin de asegurarse la comprensión.

 

Activar o actualizar los conocimientos previos

1. El hecho de saber qué se espera de lo que leeremos facilita el proceso de comprensión.
   Avanzar el contexto pone en situación, de forma que es más fácil recuperar información que ya tenemos y, por tanto, facilita la dotación de significado al nuevo texto.
2. Se trata de construir un contexto mental compartido (Edwards y Mercer, 1988). Puede ser un primer paso para compartir significado y saber que estamos hablando de lo mismo.
3. La falta de conocimiento previo, como también la falta de vocabulario, pueden imposibilitar la comprensión. Dejar pendientes las palabras que no se entienden y ver si el contexto nos las aclara, es una estrategia a enseñar. Pero, si no quedan esclarecidas a largo de la lectura, es necesario preguntarlas o buscarlas en el diccionario.

Podría ser bonita la elaboración de diccionarios personales; es motivador tener un archivo de las nuevas palabras que aparecen en nuestra vida, y contar, a final de curso, cuántas hemos atesorado.

En estas pantallas Glifing presenta preguntas de exploración de parte del vocabulario o de los conceptos que nos vamos a encontrar durante la lectura:

 

 

 

 

 

 

Ayudar a realizar predicciones e hipótesis

Así como el conocimiento previo nos pone en contexto, las predicciones nos ayudan a abrir posibilidades a medida que vamos leyendo, y provocan una activación mental que nos predispone al proceso de comprensión y nos lo acelera.
Son elementos motivadores intrínsecos: si hacemos una predicción, deseamos satisfacer la curiosidad de saber si la hemos acertado o no. Es importante aceptar las predicciones como lo que son: no son certezas, sino posibilidades. Debemos leer para verificarlas o refutarlas.

 

 

 

 

 

 

Una vez leído el texto, podemos realizar preguntas que ponen la atención sobre aspectos importantes de lo que se nos está comunicando como por ejemplo:

O que verifican si hemos comprendido algunas inferencias como por ejemplo:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

O también podemos profundizar en el conocimiento al que nos acerca el texto, extendiéndolo a otros entornos como, por ejemplo:

 

 

 

 

 

 

Si quieres ver un ejemplo completo de cómo trabajar la comprensión lectora, puedes visitar las sesiones Demo de nuestra web

Y como resumen, te diremos que en Glifing recuperamos el método socrático, la mayéutica de Sócrates, para hacer de las preguntas, una potente herramienta del trabajo de la comprensión:

Fomentar los interrogantes

Hacerse preguntas es la base del conocimiento humano. El arte de preguntar también puede aprenderse: la filosofía y la ciencia avanzan a base de formularse preguntas. Y a menudo se han preguntado, y siguen haciéndolo, cosas que en principio podían parecer irrelevantes o absurdas: ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué no caemos cuando estamos “bocabajo” sobre la Tierra? ¿Por qué el agua del mar es salada y la de los ríos dulce? ¿Dónde se encuentra el alma? ¿Qué es la conciencia? ¿Dios existe?

Recuperar la mayéutica socrática es poético y efectivo a la vez. La idea básica de que el conocimiento no responde a una verdad absoluta y que podemos buscar las respuestas dentro de cada persona nos empodera y nos motiva a seguir preguntando para encontrar respuestas. El alumno no es un receptáculo vacío, sino que puede ser un generador de su propio conocimiento, formulando y formulándose las preguntas adecuadas.

En un primer momento, las preguntas de comprensión son un buen elemento para enseñar a hacerse preguntas. Guían la atención sobre aquellos aspectos importantes de la lectura. Evidencian qué información es relevante y cuál secundaria. Arrojan luz sobre aspectos clave o de posible debate.

Así pues, frente al trabajo de comprensión, la pregunta es importante por sí misma, no tanto por la respuesta más o menos correcta del alumno, sino como generadora de otras posibles preguntas que nos ayuden a profundizar en el texto.
Y siempre, y sobre todo, los alumnos deben saber que todo lo que leerán estará ́ incompleto. Incompleto a la espera de lo que cada uno de ellos aporte al mundo a través de su mirada, su perspectiva, su comprensión.

 

Montserrat Garcia i Ortiz
Psicóloga especialista en lectura
Creadora del Método Glifing