Los verbos aprender y padecer: claves para el aprendizaje
Aprender y sufrir según Sócrates
Todos sabemos algo de Sócrates (siglo V a.C.), el filósofo griego, considerado uno de los fundadores de la filosofía occidental, cuyo pensamiento nos ha llegado a través de los diálogos de Platón, su discípulo. Sócrates es célebre por su método dialéctico, conocido como la «mayéutica», que consistía en plantear preguntas para ayudar a sus interlocutores a alcanzar la verdad por sí mismos
Defendía la importancia del conocimiento y la virtud como bases de la vida moral, y nos ha dejado una de las frases más famosas de la historia: «Solo sé que no sé nada». Esta afirmación no es un alarde de ignorancia, aunque algunos lo empleen para ello, sino un llamado a cuestionar nuestras propias creencias con el fin de alcanzar el conocimiento.
Han Kang: «La clase de griego» y el significado de aprender
En la novela La clase de griego, Han Kang, la escritora surcoreana ganadora del Premio Nobel de Literatura 2024, profundiza en la relación entre los términos «aprender» y «sufrir». Estos dos verbos tienen una conexión lingüística interesante en griego antiguo, ya que son prácticamente idénticos:
- μαθειν (aprender)
- παθειν (sufrir)
Han Kang, dando voz al profesor de griego, nos dice:
«Sin embargo, no se puede decir que la interrelación de estos términos sea un mero juego de palabras, puesto que para Sócrates aprender algo significaba literalmente padecerlo.»
El aprendizaje como transformación interior
Sócrates defendía que el aprendizaje es un proceso activo que implica una transformación interior, no siempre cómoda o fácil. Aprender supone enfrentarse a nuestra propia ignorancia, lo que puede resultar incómodo y, a veces, doloroso. Pero también requiere desafiar nuestras creencias y prejuicios.
De este modo, para Sócrates, el conocimiento no es algo que se recibe pasivamente, sino un proceso dinámico y, con frecuencia, doloroso, ya que implica reconocer nuestras limitaciones y estar dispuestos a transformarnos.
El método Glifing: superando las dificultades de la lectura
La conexión entre aprender y sufrir inspiró la creación del método de lectura Glifing. Todo lo que hacemos en Glifing surge de la constatación de cómo el acto de aprender, cuando no se consigue, se convierte en una fuente de sufrimiento, frustración y desconexión del sistema educativo.
Glifing trabaja en la enseñanza de la lectura y en la superación de dificultades con el objetivo de fomentar una lectura fluida y comprensiva. Sabemos que, aunque aprender a leer pueda ser un proceso arduo para la mayoría de los niños, especialmente para aquellos con dificultades lectoras, la recompensa final es la adquisición de una habilidad que mejora su autoestima y el rendimiento académico.
El impacto del estrés en el aprendizaje
Cuando el sufrimiento supera al aprendizaje, cuando el dolor es excesivo, nuestro cerebro entra en una peligrosa zona de estrés. David Bueno, biólogo y especialista en neuroeducación, señala que este estrés desregula las redes neuronales responsables del procesamiento racional y de las funciones cognitivas complejas, afectando negativamente los procesos de aprendizaje.
En situaciones de estrés elevado, el cerebro prioriza respuestas automáticas y emocionales sobre el pensamiento reflexivo, lo que puede dificultar la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades.
Cuando un alumno detecta su dificultad en la lectura y su cerebro se ve en un estrés excesivo por percibir el aprendizaje como una amenaza, reacciona de la misma manera que todos cuando nos sentimos amenazados: luchando o huyendo.
Algunos niños «luchan» a través de un mal comportamiento, muchas veces son los que «revientan» las clases o acaban fuera del aula para no molestar. Otros «huyen», se desconectan de la clase, evitan leer y pasan desapercibidos. Estos niños nos dirán que «no les gusta leer», pero lo que realmente ocurre es que no pueden leer con fluidez ni comprensión.
Ana Pi Casacuberta, psicóloga catalana y embajadora de la Asociación Avesedari, nos cuenta: «Muchos adolescentes no asisten al colegio por vergüenza a afrontar sus dificultades de lectura». Ella ha comprobado, a través de programas de «realfabatización», que estos mismos adolescentes regresan a las aulas cuando recuperan un nivel de lectura adecuado para avanzar. Como ella dice: «Es la vergüenza de no saber leer lo que les hace abandonar».
Por eso, es fundamental que los educadores gestionen adecuadamente el entorno de aprendizaje para minimizar el estrés y facilitar una educación efectiva.
Gamificación y mayéutica: el enfoque único de Glifing
Glifing aborda el estrés en el aprendizaje de la lectura mediante un enfoque lúdico, adaptativo y personalizado, diseñado para reducir las barreras emocionales y cognitivas que surgen cuando los estudiantes enfrentan dificultades lectoras. A continuación, destacamos algunas claves de este enfoque:
- Entrenamiento lúdico y gamificado: con dinámicas de juego que convierten el aprendizaje en una experiencia motivadora y agradable. Este enfoque reduce la percepción de amenaza y fomenta una actitud positiva hacia el aprendizaje.
- Personalización del ritmo de aprendizaje: las actividades se adaptan a cada alumno, evitando la sobrecarga cognitiva y emocional que puede surgir cuando se enfrentan a tareas por encima de su nivel actual.
- Refuerzo positivo y medición de progresos: a través de feedback y resultados visibles, los alumnos perciben mejoras graduales, lo que refuerza su confianza y reduce la ansiedad asociada al fracaso o la dificultad lectora.
- Duraciones breves de las sesiones: las sesiones de práctica duran entre 15 y 20 minutos, un tiempo diseñado para mantener la atención sin sobrecargar el cerebro.
La mayéutica socrática aplicada en Glifing
Algunas sesiones de Glifing aplican la mayéutica socrática, una técnica que consiste en guiar al alumno a través de preguntas estratégicas para verificar su comprensión. De manera similar a cómo Sócrates utilizaba las preguntas para llegar a la verdad, Glifing fomenta el desarrollo de habilidades metacognitivas, ayudando a los estudiantes a reflexionar sobre lo que están leyendo.
Este enfoque no solo mejora la comprensión lectora, sino que también fortalece la capacidad de pensar críticamente, permitiendo a los estudiantes captar el sentido profundo del texto. De esta manera, Glifing utiliza la esencia de la mayéutica para empoderar a los lectores, convirtiéndolos en protagonistas activos de su propio aprendizaje.
Conclusión: aprender, sufrir y crecer
Al final, tanto Sócrates con su mayéutica, Han Kang con su prosa poética, como Glifing con su enfoque lúdico, nos enseñan que aprender no siempre es fácil. Sin embargo, con paciencia, esfuerzo y, por qué no, diversión, podemos convertir hasta los retos más arduos en pasos hacia la grandeza. O, al menos, en una buena excusa para leer más y mejor.
¡Incluso Sócrates habría hecho un «login» en Glifing! 😉 Si quieres ver una demo de Glifing, haz clic aquí.